Ha llegado esta consulta, una más entre miles.
"Presidente del gobierno, señores diputados, jueces y magistrados, sindicatos, defensor del pueblo:
Soy un padre de familia casado felizmente y con dos hijos.
Mi mujer quedó en paro y ahora no cobra ninguna prestación.
Nos apretamos el cinturón y con mucho esfuerzo y ayudas familiares pudimos seguir pagando la hipoteca y malvivir.
Primero mi empresa alegando causas económicas, técnicas, organizativas o productivas me cambió la categoría laboral y bajo el sueldo.
Después por el mismo motivo me mando a Laponia.
Por último, como la situación era gravísima según ellos, suspendieron el contrato de trabajo.
Todo ello condujo a que ni con la ayuda familiar pudiéramos hacer frente a los pagos.
Hoy me he enterado que todo era una patraña, que la empresa y dueños se acogieron en tiempo y forma a una anmistía fiscal para aflorar todo su capital con el cual no habría hecho falta despedir a tanta gente.
Les pido en este día en que están llamando a mi puerta los agentes judiciales para echarme a la calle que piensen en los derechos de los que levantamos el país con nuestro trabajo. Porque nada funciona si falta la más mínima pieza y somos imprescindibles.
Hay que hacer como el buen pastor e ir a por cada oveja extraviada, no dejar como hicieron con los recortes que caiga más gente en la desesperación del paro para luego ponerse medallas y felicitarse (este gobierno no hacía más que autofelicitarse) de que empiecen a ir bien las cosas.
Madrid, 21 de Diciembre de 2012
EL DÍA DEL FIN DE MI MUNDO.
Juan Sin Miedo "
Es solo una misiva del futuro aunque cualquiera de nosotros podría ser este Juan Sin Miedo.
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